miércoles, 23 de noviembre de 2016

Entrando en la adolescencia

Recordar lo que nos pasaba y lo que sentíamos cuando éramos adolescentes nos puede
ayudar a acompañar mejor a los chicos y las chicas en esta nueva etapa de sus vidas:
¿cómo nos sentíamos cuando nuestros cuerpos se iban transformando? ¿Qué dudas teníamos?
¿Nos animábamos a preguntar? ¿De dónde sacábamos las respuestas? ¿Cómo nos
llevábamos con nuestros padres y madres?
Seguramente, la mayoría de las personas adultas coincidimos en que
los temas de sexualidad estaban casi siempre ausentes en las conversaciones
familiares. Tampoco se hablaba demasiado de esto en la escuela.
Pero las cosas pueden cambiar, si nos lo proponemos.

Para poder hablar con nuestros hijos e hijas, repasemos lo que tenemos que saber sobre
los cambios que ocurren en la pubertad y la adolescencia. La palabra clave en este momento
de la vida es “cambio”. ¿Y qué cambia? Veamos algunos ejemplos:

Se hacen nuevas preguntas: “¿Me tengo que afeitar? ¿Puedo salir solo? ¿Por qué
menstrúo?”.

Disfrutan de nuevas actividades: bailar, escuchar música, hacer deportes, estar
más tiempo con los amigos.

Cambian de ánimo con facilidad: expresan enojo, ira, alegría, tristeza, todo de un

momento para otro.

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