miércoles, 23 de noviembre de 2016


La edad de los cambios

La apariencia corporal

Todas las personas somos diferentes: gordos, flacas, musculosos, altas, bajos, blancas,
negros, chuecos, morochas, rubios. Es natural que seamos todos distintos.
Sin embargo, muchas veces, esas diferencias se usan para hacer bromas, chistes, burlas
o insultar. Seguramente todos escuchamos alguna vez frases agresivas como estas: “Salí,
narigón”, “Sos un negro”, “gorda chancha”, “pelado”, “cara de galleta”. Todas ellas son
maneras de discriminar a las personas a partir de sus diferencias corporales. Y, como
todos sabemos, eso está mal porque hace daño a las personas; por eso, es importante
que chicos y chicas aprendan a no usar ese tipo de expresiones.

Resultado de imagen para adolescentes y la discriminación fisica

La discriminación por características físicas, aunque no nos demos cuenta, se refuerza
cada vez que prendemos la televisión o abrimos una revista. La sociedad, a través de los
programas de televisión, las publicidades de las revistas, los carteles de las calles, los
maniquíes de las vidrieras, nos muestra todo el tiempo modelos de “cuerpos perfectos”,
que casi nunca son como los nuestros. Esto, a veces, nos frustra o nos lleva a rechazar los
aspectos físicos que no encajan en ese “molde”.
Las mujeres son flacas, altas, con cinturita “de avispa”, dentadura brillante y pareja; los
hombres son musculosos, de cintura pequeña y de actitud dominante. Ninguno de ellos
tiene granitos, pecas, dientes desparejos, piernas torcidas. Frente a esto, muchos chicos
y chicas creen, de manera equivocada, que deben parecerse a esos modelos para ser
aceptados, amados y respetados en sus vidas.
Por ello, es importante que las familias valoremos y les enseñemos a nuestros hijos e
hijas a valorar sus cuerpos y que los ayudemos a tener sentimientos de confianza y
seguridad en sí mismos. 

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